Pero, en este post, necesitaba enseñaros la verdadera arma con la que defiendo a mi familia. Así que podría decir que este post será útil para personas católicas pero, creas lo que creas, pienses lo que pienses, quédate un ratito más.
Mi arma consigue defender a mi familia de cualquier tipo de agresión que pueda venir, haciendo un efecto Actimel que sube todas las defensas, elimina todo mal como el mejor antibiótico, es la mejor consulta de pedagogía, la mejor quimioterapia, da más vigor que tres meses de hierro haciendo a tu familia más fuerte, y no hay consultorio matrimonial más resolutivo.
El uso de esta arma aleja malas compañías, relaja los malos humos en casa, consigue que te caigan bien los adolescentes en su peor momento, hace simpáticas a las suegras, y trae de vuelta las mariposas en el estómago a los matrimonios, hace fácil lo difícil, disponible para todos, sólo por el módico precio de quince minutos de tu tiempo. ¿Cuál es esa arma? Se llama Rosario.
Yo la uso todos los días por lo menos una vez, y soy consciente de que, cuando este tramo de mi vida termine, veré todos los daños de que nos apartó y los bienes que nos atrajo esta arma poderosísima.
Son sólo quince minutos, los quince minutos que conseguirán que te enamores de tu vida, de tu marido, de tu casa, de tus hijos, hasta de tu talla. No hay clase de zumba ni de pilates, ni anxiolítico que te ofrezca tantos beneficios. María Vallejo-Nágera dice que es más poderosa que un kalashnikov.
¿Te animas a usarla? La puedes usar a la hora que quieras, donde quieras, como quieras y con quien quieras. A pesar de ser el arma más poderosa que existe, no necesitas licencia. ¿Te unes a mi ejército? Why not?
La mejor!!!❤
ResponderEliminarGracias Silvia.
ResponderEliminarCuánta razón tienes. Yo fallo algunos días, invariablemente después me doy cuenta de que han ido peor. Gracias por tus post.
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