Catorce calcetines de Navidad guardados y después...



Y después... ¿cómo se hacía eso de la rutina? Yo quiero tres amaneceres lentos, con todos en casa amortizando el pijama, quiero repetir el momentazo de estar todos juntos en casa viendo Star Wars, y quiero, también, volver a saborear ese chocolate con churros después del paseo. La realidad es que en Navidad conseguimos acurrucarnos en algún rincón donde descansa el alma, como en la infancia...

Por eso girar esta esquina del año nos cuesta tanto. Aunque no podemos ni queremos vivir en el 25 de Diciembre permanentemente, sí que podemos, queremos y debemos trasladar lo mejor de estas fechas al resto del año:

- Podemos organizar en casa todas las cenas, comidas, y desayunos familiares que queramos...

- No colgaremos calcetines con renos, pero siempre podemos darle una vuelta a la decoración de nuestra casa, para que queramos volver y tener más momentos "hygge". Aunque no seamos daneses, podemos tener los hogares más cálidos y los momentos más felices.

- No cortaremos turrón, pero hay un millón de recetas que están esperándonos.

Y en cuanto a los própositos del año nuevo, ¿por qué esperar? ¿Qué tal renovar los própositos  todos los meses? Tomarnos un respiro, un par de horas donde repasar la vida, tu vida, enderezando el timón si la nave familiar no lleva el rumbo que tú quieres. Yo procuro sentarme dos horas cada mes y pedirle a Ella que coja el mando de la nave: así sé que Alguien mejor que yo nos ayudará a tomar las decisiones.

Así que te invito a escuchar a Frank Sinatra, y a trasladar lo mejor de estas fiestas al resto del año. Why not?

P.D.: Por lo demás, ¿no os enamoráis de esta foto? Es de mi ya vieja compañera de redes "Pompas de Elefante". Visitarla y os enamoraréis de su trabajo.

@whynottwelve

Comentarios

  1. Mar que bien escribes !!! Y que acertadas siempre tus palabras, consigues motivarnos a ser mejores y ponerle más entusiasmo a la rutina , como siempre tu post ....Me encanta !!!

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