Vincero

Hay un momento casi épico en el instante que suena el despertador, pero toda madre sabe que eso no es nada comparable al momento en que tienes que despertarles. Sobre todo cuando es de noche, llueve, hace frío y alguno lleva tres días con dolor de barriga. Soy incapaz de exigir cuando están flojitos... y lo saben. A esa congoja se suma el hecho de saber que, desde el momento que los despiertas, ya no habrá tregua hasta la noche. Con esa perspectiva, hay mañanas que me quedo paralizada y pienso: les dejo dormir dos minutos más... 

Pero, en esa constante tensión de hacer esta vida más amable, más divertida, más apetecible en cada momento, incluido este momento, me inventé "la canción de la semana". Nada original pero, cada lunes, les sorprendía con una canción nueva que pondría para despertarles todos los días de esa semana... Y resultó. El repertorio es digno de cualquier hijo de los 80 y 90. Hombres G, los Secretos y, como buena ferrolana, Limones. Mi rubio se enamoró de Fórmula V cuando, en la última semana de cole, me lancé con "Vacaciones de verano".

Misión cumplida: la música mejora el peor momento del día y aúna voluntades, lo que es de gran ayuda en cualquier familia de más de dos... La paz nunca es suficiente.

Todos contentos hasta este Enero cuando, con el vigor del recién desembalado 2018, decidí que tenía que ampliar su sensibilidad y oído, y me lancé con la lírica. Y así llegamos al título del post: VINCERO. ¿Cómo se lo tomaron? Fatal..., el primer día. El segundo también protestaron, pero ya entonaban el Vincero. No suenan como Pavarotti, pero me vale. Y es que, aunque no me lo reconozcan, después de entonar Vincero se le tiene un poco de menos miedo a la clase de inglés.

Y a nosotros recordarnos que, cuando ni cinco edredones consiguen escondernos del día, de ese día con pruebas médicas, reuniones desagradables, juicios..., si le pedimos a Ella que nos lleve de la mano, que no nos suelte, sabemos que al final, ALL ALBA VINCERO.

¿Entonas conmigo VINCERO? Why not?