¿Revolucionamos los cumples?


Si quieres poner a alguien en un aprieto, pregúntale por la definición de felicidad. ¿Qué es la felicidad? Variarán tanto las respuestas de unas personas a otras, que difícilmente llegaríamos a un acuerdo de dos o tres conceptos comunes. Pero, en lo que sin lugar a dudas estaríamos todos de acuerdo, es en que buscamos la felicidad de nuestros hijos cueste lo que cueste. ¿Cuál es el camino para conseguirla? No tengo el camino seguro, pero sí sé algunos senderos que no recorreré, porque no ayudarán a que mis hijos tengan la capacidad de ser fuertes, felices, de ver el lado bueno de las cosas en cualquier circunstancia.

Y uno de estos senderos que no quiero recorrer es el de los cumpleaños donde se entrona a un niño mientras se le da una cantidad temeraria de regalos. Estos momentos no se alejan demasiado de la escena del cumpleaños del primo de Harry Potter, donde su felicidad residía en el número de regalos más que en el regalo en sí. ¿No nos está pasando un poco lo mismo?

Estamos en una sociedad donde a los niños les sobran pegatinas de los catálogos que reparten las tiendas de juguetes. No se los quieren pedir todos: ya los tienen. Les hemos robado la ilusión. La ilusión de poder soñar con algo, la ilusión de la espera, y la capacidad de llegar a poder valorar algo.
Les quitamos la oportunidad de no conseguir algo y ver que no pasa nada. Y esta lección, por desgracia, la necesitarán seguro. 

Preocupada por todas estas cosas, y porque paladeen desde pequeños la verdadera felicidad, la única que durará más que los segundos que se tarda en abrir un envoltorio, les propuse en los dos últimos cumples de casa no aceptar regalos sino pedir donativos para la AECC. No lo dudaron. Disfrutaron de su fiesta. Por supuesto que tuvieron su regalo de cumpleaños en casa, ese regalo esperado, soñado, y por fín conseguido. Y hablamos mucho de por qué hace falta dinero para ayudar a las familias que tienen a algún miembro con esa enfermedad. La asociación nos prestó una hucha para facilitar la entrega de los donativos. Que no te quepa duda que esa hucha también está disponible para ti. 

Después del cumple, me quedé con unos niños un poco más mayores, un poco más maduros, y menos parecidos al primo de Harry. ¿Te animas? ¿Te unes a la revolución de los cumples? Why not?

Comentarios

  1. Totalmente de acuerdo, Mar. Tomó nota para cuando me toque a mi preparar un cumple porque es una idea fantástica.
    Besos ;)

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  2. Lo que pasa es que los padres de los 80 muchos de nosotros tuvimos escasez de mucho,y siempre queremos que nuestros niños no le falte de nada,y es un gran tremendo error,menos es más,si señor

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