Cómo conseguir la confianza de tus hijos

Elegí esta foto porque tengo a mi benjamina en brazos, en una edad en la que tienes toda su confianza, no te planteas si te la mereces, y ellos confían más en ti que en ellos mismos. Y, a mi lado, la segunda de mis renacuajos, la primera que se fue de casa; con una edad en la que, si no te has ganado su confianza, poco te queda por hacer. Y, créeme, entre una y otra hay tres parpadeos, cuatro suspiros y una docena de fotos.

¿Qué podemos hacer para que confíen en nosotros y nos cuenten los recovecos de su vida? No sé si te daré grandes soluciones, pero son reflexiones fruto de las necesidades de mi casa.

La primera premisa es decirles por activa y por pasiva que les quieres, que les quieres por encima de todo y hagan lo que hagan. Y, en ese hagan lo que hagan, entra TODOOOO. Tienen que saberse queridos aunque roben, maten, violen... No pactaremos con sus fallos, pero nada de lo que hagan provocará que pierdan tu amor por ellos. Esto puede parecer, como me dijo una amiga, que es cómo darle un cheque en blanco. Maybe, pero, primero, lo tienen desde que el test de embarazo marca dos rayitas y, segundo, la información es poder, y conocer las situaciones con tiempo de reacción te permite apoyar, aconsejar, hablar con tus hijos.

Otra premisa importante es no juzgar jamás delante de ellos a otras personas, y mucho menos a otros niños. En las conversaciones familiares, desde que son pequeñitos, nos cuentan cosas que han pasado en su entorno, y no siempre son positivas. La forma en que reaccionemos a estos fallos de otros nos abrirá las puertas de su confianza o todo lo contrario. Ante el robo de un bolígrafo de Hello Kitty en tercero de primaria, podemos rasgarnos las vestiduras y hablar sapos y culebras de la niña en cuestión. O condenamos el fallo y, SIEMPRE, disculpamos a la persona. Robar está mal pero..., y lo que se te ocurra para disculpar a la niña. Y este ejemplo para todo: alcohol, mentiras, noviazgos... Si han visto en casa que se condena lo malo pero se disculpa a la persona, sabrán que también encontraremos una disculpa para ellos. Y no nos olvidemos de que muchas veces nos contarán cosas que hipotéticamente han hecho otros..., y sólo nos están tanteando, porque los protagonistas son ellos.

Otra posición importante para ganarnos su confianza es que nos vean fuertes, conocedoras de lo que se mueve en su mundo, y con capacidad de asumirlo. Nos tienen que ver como Lara Croft, no como una frágil e ingenua Blancanieves. Tenemos que saber lo que pasa en el GTA y hablar con ellos sin que nos fallen las rodillas. Muchas veces no nos cuentan determinadas cosas porque piensan, desde el cariño, que su madre no puede con eso. Y tienen que saber qué super-héroes les respaldan  en casa.

Hay frases que tenemos que enterrar bajo tierra, como por ejemplo "que no me entere yo de que..." Pues eso, no te enterarás. Tenemos que decirles que de su vida nos interesa todo, que está por encima de todo lo que digan los demás, y que queremos que se respeten a ellos mismos, no a nuestras canas.

Escuchémoslos desde muy pequeños, para poder ir dándoles criterio, y para que ellos encuentren en nosotros el desahogo perfecto.

¿Cogemos el mejor ejemplo para conseguir ser la roca donde se apoyen nuestros hijos? ¿Imitamos a la más poderosa, clemente, fiel, trono de sabiduría, causa de alegría, consuelo de los afligidos? ¿Te animas a imitarla? Why not?