¿Qué tipo de madre eres en verano?

Pantoja, colega, protectora, germánica, amante de la improvisación... Seas lo que seas, hoy no te voy a ofrecer un test para descubrir en qué grupo estás. Hoy te voy a hablar del grupo al que seguro perteneces por el simple hecho de ser madre en verano: el grupo de las heavymothers. Sigue leyendo y sé que me darás la razón.

Cuando llegan los días de verano, se aflojan horarios, se reducen los madrugones y pasamos todo, absolutamente todo el día, con nuestros peques. Algo que realmente adoramos, pero que, sin lugar a dudas, genera situaciones de desgaste que no siempre son fáciles de gestionar. Estamos continuamente corrigiendo, enderezando, avisando, recomendando,... En definitiva, aumentando el complejo de heavymother y sientiéndonos las madres más pesadas del reino.

Pero la realidad es que ordenar, limpiar, cocinar, con todos en casa, no te permite ser oportuna. Consigue más bien lo contrario: que seas intensa, retropetuda, antipática,... ¿Os pasa lo mismo?

Este jueves, alguien me recordó un remedio que conocía y que no aplicaba con la suficiente intensidad en casa: el don de la oportunidad. ¿Cómo conseguirlo? Muy sencillo: simplemente, pedírselo al Espíritu Santo. Sin ningún coste, ni necesidad de asistir a ninguna masterclass.

El Espíritu Santo es el único que conseguirá que demos en el blanco con el dardo de la palabra: diciendo las palabras justas, sin pasarnos ni quedarnos cortos. Hará que encuentres el momento perfecto y las condiciones idóneas para hacerles crecer cayéndoles más simpática o, por lo menos, pareciéndoles menos trastornada.

¿Te unes a pedirle ayuda? ¿Quieres ser más oportuna? Why not?