Si hay una imagen que representa "La Lista de Schindler" para muchos, sin lugar a dudas sería ésta: la niña del abrigo rojo que deambulaba absolutamente sola en medio del caos de la guerra.
Pues el pasado Julio, en un pueblecito llamado El Tozal, nos pasó algo parecido. Una niña de año y medio, con un vestido largo, muy largo, nos enamoró a todos.
Como una princesa creada por Spielberg, esa renacuaja comenzó la aventura que nos emocionó a todos una mañana de lluvia. Se escabulló de los cuidados familiares y salió de su casa en dirección a la piscina, inusualmente solitaria debido a la tormenta. Podría haber ido al otro lado del pueblo, donde estaban los columpios. Podría..., pero fue a la piscina, y allí la encontraron boca abajo dentro del agua y sin saber el tiempo que llevaba así.
Un pueblo cargado de fe y de familias se hizo cargo de la situación: dos médicos fueron cazados al vuelo y no pararon de reanimarla hasta que llegó el helicóptero.
Unos 45 minutos de técnicas de reanimación, donde la actuación humana fue impecable, y que permitió que a los 12 minutos se detectarse un hilo de pulso. Al mismo tiempo, todo el pueblo rezaba avemaría tras avemaría hasta que las aspas del helicóptero empezaron a girar para llevar a Natalia en coma a Zaragoza. Fueron 45 minutos en los que se trabajó humanamente como si no existiese Dios, y se rezó como si no hubiese médicos. Mejor ecuación imposible, o, mejor dicho, una ecuación infalible.
Alguien me contó algo que, aunque no tengo confirmación de su veracidad (ya sabéis que, en estos casos, dicen que dicen que dijo que dijeron...), como es precioso y puede ser cierto, os lo transmito. Al parecer, alguien del entorno familiar de nuestra princesa aconsejó al padre que, mientras le aplicaban las técnicas de reanimación, hablase a la niña, ya que son muchas las experiencias de gente que recuerda escuchar mientras les estaban reanimando. Entonces, el padre dijo al oído de Natalia algo así: "Natalia, si estás con Jesús, María y José, dales un beso y despídete, porque tienes que volver con nosotros...". Y la realidad es que volvió.
Una semana más tarde teníamos a la pequeña de vuelta en perfecto estado, sin ninguna secuela, en un pueblo consciente de haber vivido un milagro, y que celebró una fiesta que sustituyó, invadió, ocupó, conquistó, el espacio de una tragedia.
El padre pidió que, al igual que rezamos en su momento por la recuperación de Natalia, ahora recemos para dar las gracias. Y, desde whynottwelve, queríamos dar las gracias, gracias, gracias, a los Tres, y, sobretodo, a Ella, que bajó del Santuario de Torreciudad a El Tozal para traernos a Natalia de vuelta. ¿Nos ayudas a dar las gracias? Why not?
Aquí tenéis a Natalia, con María Martínez-Echevarría, la cazadora de médicos.
Que grandes sois muchos besos a la princesa
ResponderEliminarQue pasada, Enhorabuena padres y a Dios gracias, gracias, gracias
ResponderEliminarGracias B
ResponderEliminarBendito sea Dios
Enhorabuena y seguir rezando por un mundo mejor más humano.
ResponderEliminarBendito sea Dios... creia que se habia ahogado y estoy supercontenta de haberlo leido. Bssss
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